Desmontando 4 de los mitos más conocidos en nutrición

En este artículo, desentrañaremos y desmontaremos cuatro de los mitos más arraigados en el mundo de la nutrición en nuestra sociedad. Desde la verdad sobre los Kilocalorías hasta la realidad detrás de la pirámide nutricional, exploraremos a fondo estas creencias comunes y proporcionaremos información respaldada por la ciencia para desafiar percepciones erróneas y ayudarte a tomar decisiones informadas y más saludables para tu dieta. ¡Empezamos!

En foto: Christy Repetto, Etenon Athlete

Mitos sobre el huevo y el colesterol

Durante décadas, se ha difundido la idea de que el consumo de huevos aumenta los niveles de colesterol y, por ende, el riesgo cardiovascular. Sin embargo, investigaciones exhaustivas desmienten esta creencia. Los huevos, llenos de nutrientes esenciales como aminoácidos, ácidos grasos y vitaminas, han sido injustamente estigmatizados. A pesar de contener colesterol, su impacto en los niveles sanguíneos es mínimo debido a factores de absorción, mientras que las grasas procesadas y trans tienen un efecto mucho mayor en la salud cardiovascular.

Estudios científicos han desafiado la idea de que los huevos aumentan el riesgo de enfermedades cardíacas. A pesar de su contenido de colesterol, el huevo ha sido reevaluado como un alimento seguro y nutritivo, siendo su inclusión moderada en la dieta considerada beneficioso. Las recomendaciones han evolucionado, y organizaciones de salud han permitido el consumo diario de huevos debido a la falta de evidencia que respalde su relación con problemas cardíacos.

El mensaje clave es la importancia de una dieta equilibrada, donde los huevos pueden formar parte integral. Contrario a la creencia popular, el huevo, con su perfil nutricional y su capacidad para aumentar nutrientes beneficiosos en la sangre, no es una amenaza para la salud cardiovascular, sino un componente valioso de una alimentación saludable.

Mito sobre la pirámide nutricional

Todos conocemos ya de sobra la definición que engloba al termino «pirámide nutricional», pero basándoos en los datos reales, junta a un enfoque diferente a lo estipulado, también se conocen cómo las pautas alimentarias que están influenciadas por una combinación de intereses de la industria alimentaria, estrategias de neuromarketing y decisiones políticas, lo que ha contribuido al aumento preocupante de enfermedades como la obesidad, la diabetes y problemas cardiovasculares. Estas epidemias se ven como consecuencia de seguir ciegamente las recomendaciones de estas pirámides sin cuestionar su validez, alimentadas por agendas empresariales y políticas.

Se enfatiza que las primeras pirámides nutricionales no estaban basadas en principios nutricionales sólidos, sino que surgieron como soluciones a necesidades económicas y políticas. La pirámide alimentaria estadounidense, en particular, fue diseñada para convertirse en el estándar alimentario por el cual se guiarían millones de personas y en el que se invertirían miles de millones de dólares. Sin embargo, se ha observado un aumento en las tasas de obesidad desde su introducción, lo que plantea dudas sobre su efectividad y validez.

En foto: Pirámide nutricional

En este caso, es necesario criticar el énfasis que desprenden estas pirámides en promover un alto consumo de carbohidratos refinados, pan, cereales y productos procesados como base de la dieta, minimizando la importancia de las grasas naturales y otros alimentos nutritivos. Se resalta cómo este enfoque ha llevado a una sociedad alejada de la comida real, fomentando la dependencia de alimentos industrializados y contribuyendo a problemas de salud generalizados.

La importancia de la educación nutricional en escuelas y hogares se destaca como una solución clave para revertir esta tendencia. Se propone regresar a una alimentación basada en alimentos reales y tradicionales, fomentar el comercio local y la compra en pequeños mercados, así como revivir la cocina en familia como una forma de abordar estos problemas de salud pública.

Además, la influencia de la industria alimentaria, pongamos de ejemplo a Coca-Cola, empresa que ha sido demostrado su inversión económica destinada a distorsionar la investigación científica para minimizar la relación entre las bebidas azucaradas y enfermedades crónicas como la obesidad y la diabetes. Se cuestiona la validez de las recomendaciones de la pirámide nutricional que priorizan el consumo de productos procesados sobre alimentos frescos y naturales, y se critica la falta de evidencia sólida para afirmaciones relacionadas con la relación entre el sodio y la presión arterial.

Mitos y desconocimiento sobre las Kcal

En este apartado, me gustaría desmitificar el enfoque simplista de las calorías (kcal) al destacar que no todas las fuentes de energía son iguales. Mientras que la comida chatarra aporta un alto contenido calórico con poco valor nutricional, alimentos como las grasas del coco o el aguacate, ricos en triglicéridos de cadena media, aceleran el metabolismo, demostrando que no todas las calorías tienen el mismo impacto en el cuerpo.

Es importante entender la procedencia de las calorías y cómo se ingieren. Aunque las grasas contienen más kcal por gramo que las proteínas y los carbohidratos, cada macronutriente tiene funciones específicas. Se insta a buscar un equilibrio entre macronutrientes y micronutrientes para mantener una dieta saludable. La sociedad actual depende en gran medida de alimentos procesados y perjudiciales para la salud, lo que conduce a problemas cardiovasculares, debilitamiento del sistema inmunitario y aumento de enfermedades crónicas.

El paradigma de las 6 comidas diarias y los snacks constantes como estrategia para elevar el metabolismo, es una invención de la industria alimentaria para promover el consumo de alimentos procesados y palatables. Es importante subrayar la importancia de optar por alimentos nutritivos y reales, como proteínas y fibra vegetal, que además de saciar, impulsan la quema de kcal debido a su termogénesis de digestión.

Debemos de elegir alimentos nutritivos sobre aquellos ricos en grasas y azúcares, resaltando la importancia de la presentación y preparación de los alimentos para influir en su digestión y metabolización. Es importante disfrutar la comida como un acto que alimenta tanto el cuerpo como la mente, promoviendo una relación positiva y consciente con la alimentación para mejorar la salud en general.

El famoso mito del peso

Existe una malsana obsesión por el peso y la báscula, especialmente en el contexto de las mujeres bajo supervisión nutricional. El peso no refleja necesariamente la salud o el estado físico real, ya que puede confundirse entre masa grasa y masa magra. Enfaticemos en que el peso corporal puede variar significativamente debido al aumento de la masa magra en personas activas, lo cual no se refleja en una apariencia visual de «peso bajo».

Es erróneo el uso del Índice de Masa Corporal (IMC) como medida efectiva debido a su falta de consideración por la composición corporal, especialmente en atletas u hombres y mujeres entrenados que pueden tener un peso mayor debido a una mayor masa muscular. La importancia de una dieta equilibrada y rica en nutrientes, así como la práctica de actividad física como elementos clave para obtener un cuerpo fuerte y resistente es muy importante, y debemos de tener en cuenta los riesgos de dietas extremadamente restrictivas o sin nutrientes adecuados.

Es también importante educar sobre la valoración positiva de ganar masa magra y cómo esto contribuye a la salud y el bienestar en lugar de obsesionarse con un peso específico. Debemos tener en cuenta los riesgos de las dietas restrictivas que no solo afectan la salud física sino también la mental, generando un ciclo de pérdida y aumento de peso, y el posible desarrollo de trastornos alimentarios.

La forma correcta de controlar el peso es desarrollando un enfoque más saludable hacia el cuerpo, promoviendo la actividad física, la nutrición equilibrada y la apreciación de diversos tipos de belleza corporal en lugar de aspirar a una delgadez extrema. Es necesario de curvas y masa muscular como indicadores de un cuerpo sano y atractivo, promoviendo la práctica de ejercicios como las sentadillas y una dieta balanceada con alimentos reales para fomentar una relación positiva con la comida y el cuerpo.

CHRISTY REPETTO

Etenon Athlete
Nutricionista y Personal Trainer
Especialista en Psicología y Medicina Ortomolecular
Instructora de Yoga y Meditación

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